O Trabalho de Solana mostra-nos uma realidade obscura onde se move com a maior naturalidade procissões,máscaras,traperos,mulheres da vida.
José Gutiérrez Solana nasceu em Madrid em 1886 e morreu na mesma cidade em 1945.
Criador de um Expressionismo peculiar e trágico. A sua pintura é de uma grande solidez,a pastosidade é uma das características dos seus trabalhos sendo as cores dominantes o ocre e os negros. Com a utilização destas cores pretendia criar uma composição de carácter pessimista e criar um ambiente trágico,mesmo quando introduziu um maior colorido nas suas obras usou-as sempre como gamas apagadas.
Entre os seus temas preferidos encontram-se :
Usos e costumes do povo,festas populares,tabernas, postíbulos ,bailes populares,coristas,ambientes marginais da realidade do momento
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Spanish painter and writer. His private tuition in art from 1893 was furthered with studies at the Real Academia de Bellas Artes de San Fernando in Madrid from 1900 to 1904. On completing his studies he began to frequent the Nuevo Café de Levante, where he met many writers of the ‘Generation of 1898’ movement. Their irony, satire and melancholy strongly influenced Solana’s painting and literary work, such as his first book of essays on contemporary life in Spain, Madrid, Escenas y costumbres (Madrid, 1913, 2/1918). From the 1920s he exhibited widely in Spain and in group exhibitions abroad. In his paintings, influenced above all by Goya and by Spanish Baroque masters such as Juan de Valdés Leal, he treated subjects such as death, as in The Procession of Death (1930; Madrid, Mus. A. Contemp.), prostitution and alcoholism.
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Su padre, José Tereso Gutiérrez-Solana, nació en México y vino a España gracias a una herencia. Se casó con Manuela Josefa Gutiérrez-Solana.
Estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando; después alternó estancias entre Cantabria y Madrid, pero tuvo tiempo para viajar por los pueblos y hasta para ser peón de la cuadrilla del torero Bombé, aunque vivió holgadamente con el dinero de su padre. Por fin se instala en Madrid a finales de 1917. Allí frecuenta las afueras de todo, asistiendo a bailes, merenderos y museos suburbanos del paseo del Prado, como el (entonces) solitario y destartalado Museo Arqueológico Nacional. Se acompaña de su inseparable hermano Manuel, que es cantante.
Solana crea un propio estilo, nada académico ni inclinado a las vanguardias, por más que frecuente la intelectualidad reunida en la tertulia de Pombo, cuyo animador y amigo Ramón Gómez de la Serna le dedicó un libro entero, a lo que correspondió el pintor con su cuadro Mis amigos (1920), donde pinta tal tertulia en torno a una mesa (Museo Reina Sofía de Madrid). Ramón conoció a Solana en la exposición que este hizo en el Círculo de Bellas Artes en enero de 1907.
Gutiérrez Solana hizo una primera exposición en París (1928), que resultó un fracaso. En otra a la que acudió Alfonso XIII, sus cuadros se colgaron detrás de una puerta para que no incomodasen al monarca. Pero en 1936, cuando comienza la Guerra Civil, Solana es famoso y reconocido fuera y dentro de España. Se traslada a Valencia y luego a París, donde publica París (1938). En 1939 vuelve a Madrid, donde fallece el día de San Juan, el 24 de junio de 1945.
Obra
Su pintura refleja, como la de Darío de Regoyos y la de Ignacio Zuloaga, una visión subjetiva, pesimista y degradada de España similar a la de la Generación del 98.
Fuera de la influencia que en él ejercen los pintores del tenebrismo barroco, en especial Juan de Valdés Leal, tanto por su temática lúgubre y desengañada como por las composiciones de acusado claroscuro, es patente la influencia de las Pinturas negras de Francisco de Goya o del romántico Eugenio Lucas. Su pintura es feísta y destaca la miseria de una España sórdida y grotesca, mediante el uso de una pincelada densa y de trazo grueso en la conformación de sus figuras. Su paleta tenebrista resalta el oscurantismo de una España divida en tres temas: las fiestas populares (El entierro de la sardina), los usos y costumbres de España (La visita del obispo) y los retratos (1920, Mis amigos).
Su pintura, de gran carga social, intenta reflejar la atmósfera de la España rural más degradada, de manera que los ambientes y escenarios de sus cuadros son siempre arrabales atroces, escaparates con maniquíes o rastros dignos de Valle-Inclán (por los que sentía especial predilección), tabernas, "casas de dormir" y comedores de pobres, bailes populares, corridas, coristas y cupletistas, puertos de pesca, crucifixiones, procesiones, carnavales, gigantes y cabezudos, tertulias de botica o de sacristía, carros de la carne, caballos famélicos, ciegos de los romances, "asilados deformes", tullidos, prostíbulos, despachos atiborrados de objetos, rings de boxeo, ejecuciones y osarios.
Trabaja también el grabado, generalmente al aguafuerte, insistiendo en una técnica directa y más bien ruda, de trazos gruesos. Salvo alguna rara excepción, los diseños repiten pinturas anteriores. Apenas publicó alguna edición en vida; la tirada más importante se emitió en 1963, previamente a la cancelación y depósito de las planchas en la Calcografía Nacional (dependiente de la Academia de San Fernando).
Como escritor posee un estilo semejante, de grandes cualidades descriptivas, vigoroso y enérgico, apropiado para la estampa costumbrista. Por ello la mayoría de sus obras son libros de viajes. Sus escritos más importantes son Madrid: escenas y costumbres (1913 y 1918, dos vols.), La España negra (1920), Madrid callejero (1923) y Dos pueblos de Castilla (1925). También escribió una novela, Florencio Cornejo, en 1926.
A veces utilizó fotografías ajenas, como modelo para sus pinturas. El ejemplo más claro se constata en su obra titulada "Café cantante", que copia casi literalmente el encuadre y parte de los personajes de la famosa fotografía titulada "Café cantante" de Emilio Beauchy, tomada hacia el año 1885 en Sevilla.
- Obras literarias completas, Madrid, ¿1958?
- Obras completas, (ed. Camilo José Cela), Madrid, Taurus, 1961. Reimpreso en dos vols. Madrid, Fundación Central Hispano, 1998.
- Madrid: escenas y costumbres (1913 y 1918, dos vols.).
- La España negra, 1920. Reimpreso modernamente por Andrés Trapiello, Granada, Comares, 2000.
- Madrid callejero, 1923. Reimpreso modernamente por Teodoro Santurino Sanchís, Madrid, Editorial Castalia, 1995.
- Dos pueblos de Castilla, 1925.
- Florencio Cornejo, 1926.
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